“Cuando encuentres a Buda, mátalo”. No lo digo yo, lo dice el proverbio. Y es que además ese cabrón se le parecía: gordo, calvo, con los ojos rasgados… si hasta vestía de naranja. Estaba claro, ¿no? ¿Quién coño iba a pensar que en China también había repartidores de butano?

CUIDADO CON LO QUE DESEAS (y2)

 No es que a él le preocupe mucho la política. En realidad, ni le van ni le vienen la mayoría de cosas que oye discutir a la gente en los programas de la tele o en el bar. Y bueno, ahora que se abrió una cuenta en Twitter… alucinante. ¿No tienen otra cosa que hacer que perder el tiempo discutiendo? Bastante tiene él con ir tirando como para andar pensando en esas movidas: fachas o comunistas, feministas y feminazis… ¿Europa? Pero si él no ha ido ni a Portugal, no me jodas, como para preocuparse por la Merkel esa.

Hombre, lo que sí es verdad es que ya casi no se puede decir nada. La gente se ofende por todo, no me jodas. Dejas pasar a una chica en el super y te mira mal… ¡Que no es para mirarte el culo, piba! A ver, que ya que estamos te lo voy a mirar, pero no es por eso. Es que hay que ser un caballero, me decía mi madre, aunque mira para lo que sirve. 


En fin, que él se considera alguien moderno, pero… dentro de unos límites. Que hay mucha tontería y, a ver, que no todo lo antiguo estaba tan mal. De hecho, aunque como ya se sabe cómo está el percal solo lo dice muy en confianza -con los colegas del gimnasio, por ejemplo-, algunas cosas se echan hasta de menos. Los medievales, por ejemplo, sí se lo sabían montar. Todavía se acuerda del rollo aquel que le contaban en el instituto… ¿Cómo era? El derecho de pernada, eso era. Joder, que ibas por ahí y si te apetecía llevarte a una al catre no había ni que dar explicaciones. Y luego, si te he visto no me acuerdo. Ni flores, ni cena en el chino ni nada. Eso era vida, ¡anda que no! La verdad es que lo pensaba todas las mañanas, cuando se cruzaba con la chiquita que sale a correr. ¡Menudo cuerpazo! La rubia, no la otra, que ya tiene unos añitos. Aunque bueno, si lo piensas… a esa también le daría un tiento. Que siempre está bien tener dónde agarrar… En realidad -se sonríe-, si somos sinceros se le pasa por la cabeza unas cuantas veces más, porque hay cada una… 


¡Bendita Edad Media!, pensaba, soñador, bajando de su casa al parking, que estaba un par de calles más allá. Lo que nunca habría imaginado es que sus sueños se harían realidad y que un pliegue espacio-temporal pudiera traer la Edad Media de vuelta. Nunca llegó a saberlo, de hecho, porque otro nostálgico de tiempos pasados, montado en su moto cual caballero andante, decidió cortarle la cabeza a aquel estúpido campesino que caminaba junto al sendero. Y todavía tenía una estúpida sonrisa en la cara cuando quedó, de lado, al borde del camino tras rodar unos cuantos metros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario